Esta actividad, que es el Belén de Cumbres, no puede faltar en nuestro repertorio, sobre todo, y por razones que solo el divino conoce, siempre coincide con las jornadas gastronónicas de la Tercia.
En este caso, las casualidades divinas nos iban a llevar al pico Gallo en Carmenes. La divina providencia, manifestada en nubes lluvia y, en general mal tiempo, nos aconsejó cobijar el misterio en otro sitio mas abrigado.
Sin más, y como los ocho reyes de oriente, esos conte yo, emprendimos el largo viaje que dista desde dicha localidad hasta el Faedo de la patrona de las modistillas, Sta. Lucia, para dar un cobijo digno a esta famosa familia.
Esta fue nuestra peregrinación.
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